LEER JUNTOS (ENERO 2013)
Ya en anteriores ocasiones he abordado el papel
vertebrador y socializador que el ejercicio de la lectura posibilita y
construye. Pudiera parecer paradójico, pues el hecho de leer suele ser
considerado una experiencia individual, cuando no solitaria.
Es cierto que la lectura, para su mayor disfrute y
comprensión, requiere de la construcción de un espacio de intimidad. De cierto
aislamiento del entorno para que así la comunicación entre quien lee y lo leído
sea lo más intensa posible. Y para que lo que reposa inanimado en el texto, o
en cualquier otra expresión capaz de ser leída, cobre prodigiosamente vida, en
un sortilegio para el que requerimos la totalidad de nuestras capacidades
intelectuales. Pocas otras actividades suponen una implicación personal mayor
que la de leer. Pero dicha concepción no anula, sino que potencia, otra
cualidad singular de la lectura, la misma a la que nos referíamos al inicio de
este escrito: quien lee, construye comunidad. La que genera con quienes pueblan
lo leído. La que se establece con géneros, temáticas y autores. Pero también, y
de qué manera, la que nos faculta a compartir nuestra experiencia lectora con
otros lectores. Algo que no sólo amplía extraordinariamente el eco de lo leído,
sino que, como muy bien prueban las investigaciones del profesor Emilio Sánchez
Miguel, asienta el hábito, consolida fehacientemente la comprensión de lo leído
y genera lazos de identidad con todos aquellos que hayan compartido la travesía
del leer. Porque la lectura, como el de Ulises, es siempre un viaje con
retorno.
Y pienso todo esto después de haber vivido una
experiencia inolvidable: la reunión, hace unas semanas en Casa del Lector, de
centenares de promotores y participantes de clubes de lectura de toda España.
Personas que comparten una pasión; al modo orteguiano, una misión. Ciudadanos,
tantas veces anónimos, verdaderos protagonistas de la construcción cultural de
nuestro país.
"Leemos
para saber que no estamos solos”, dijo en su día el profesor Clive Staples
Lewis, el autor de las inolvidables Crónicas de Narnia. Un buen lema
para definir la razón de ser, la finalidad de los clubes de lectura. Y también
de la lectura en sí misma.
Antonio Basanta Reyes
Director General y Vicepresidente Ejecutivo de la Fundación Germán
Sánchez Ruipérez
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